Vinos sin Parker

Buenos días amantes del vino, durante los años en los que he podido progresar mi
paladar con la uva fermentada, hubiera agradecido que algún alma me dijera sin
tapujos que podía beber, como debía hacerlo y como adelantar esta carrera mia
con la experiencia que nunca tuve a lo hora de escoger un vino en el corte
inglés. Ahora que Paker se ha convertido un genio ilustrado al otorgar puntos
metáforicos a algún sabor a láctico o a algún olor uva pasa, voy a acercame a
aquellos que buscan algo más que un número y se quieren dejar llevar por una
impresión de tu a tu.Puntuar vinos es interesante, decir lo que piensas de
ellos satisfactorio... pero lo que te va a encantar, sin duda alguna, va a ser
probarlos!


jueves, 1 de mayo de 2014

Tagonius Crianza 2007. M-50 a la derecha

Tagonius Crianza 2007
Las ciudades te sugieren cosas: Roma decir "te quiero", París pedir la mano y Madrid sentirte importante cuando te bajas en Atocha y buscas en El Retiro encontrarte a ti mismo. Así podrían seguir las cosas mil años pero no sólo las carreteras comarcales de La Mancha huelen a Tempranillo; surje una idea en Tielmes, la de colonizar bocas. Su crianza es un vino que parece haberse doctorado en aires franceses pero no empecemos por el final, todavía lo estamos abriendo... En copa dispone de colores opacos de capa alta, lágrimas con pestañas y ribete rojizo algo evolucionado. En nariz cajas de madera con fruta negra dejada al sol que reposa en un almacen que tambien exporta tabacos y especies nobles como la nuez moscada o la canela, los balsámicos están presentes aunque sometidos a la fruta intensa. En boca seduce su paso contemporáneo, con cremosidad y tempura caramelizada, donde a medio paso la boca se sincera con lo que olimos para colorear la barrica francesa de especies constantes; no es un vino de fruta por mayoría absoluta aunque su dosis compactada en tragos cortos, los hace densos y largos, dándole vida a cada gota y mandando en sabor por encima de la carne. Es un vino que se desmarca del aroma de otras D.O. , no te recuerda a lo que ya has probado, su sabor es una imitación inmejorable de lo que oliste, que perdura en la memoria del paladar dos días después de encontrar la botella vacia. Es muy recomendable para los que dedicais más de 7 minutos en el supermercado a elegir un vino, es el paseo triunfal de una Syrah en minoría y su precio de 12,80 € lo hacen domesticable si te ahorras el viaje a Paris para declararte. Si mañana compras comida recuerda, compra vino!