Vinos sin Parker

Buenos días amantes del vino, durante los años en los que he podido progresar mi
paladar con la uva fermentada, hubiera agradecido que algún alma me dijera sin
tapujos que podía beber, como debía hacerlo y como adelantar esta carrera mia
con la experiencia que nunca tuve a lo hora de escoger un vino en el corte
inglés. Ahora que Paker se ha convertido un genio ilustrado al otorgar puntos
metáforicos a algún sabor a láctico o a algún olor uva pasa, voy a acercame a
aquellos que buscan algo más que un número y se quieren dejar llevar por una
impresión de tu a tu.Puntuar vinos es interesante, decir lo que piensas de
ellos satisfactorio... pero lo que te va a encantar, sin duda alguna, va a ser
probarlos!


sábado, 21 de junio de 2014

Finca Resalso 2011. Viñas, piedras y catas a ciegas

Finca Resalso 2011
El paisaje de mi sueño es árido, con piedras que envuelven líneas de viñas perfectas en la base y retorcidas a 80 cm del suelo; tan sólo se oye el viento acariciando los primeros brotes que solo ves a un palmo de la cepa. Hoy puede ser el primer día de una nueva añada, mientras la anterior existe ya en barrica francesa a la que da cobijo Pesquera del Duero. No es un sueño, bebemos de Emilio Moro. Probamos un joven con paso leve de 4 meses. Ya en copa muestra una capa media/alta con violáceos intensos mandando en el ribete y en la profundidad de sus lágrimas, no requiere la copa de zarandeos para inhundar sus pestañas de llanto lento y conmovedor. En nariz aromas secundarios que laten como si 4 meses fueran un error del reverso; tostados, cafés a quemarropa, fruta negra quemada con balsámicos que quedan a la intemperie en el último suspiro. En boca no evita la potencia en todo el paso, solo la entrada parece contonearse en lugar de enseñar pero en la batalla del trago es tánico donde la francesa en protagonista con tostados marcados, especies secas que dejan restos en la garganta para proponer una astringencia sensata. No recuerdo beso tan intenso de joven ribera, es una añada opuesta a la frescura que te convencerá de que la madera es íntima legítima del vino. Emilio Moro se recrea con un vino de Culto que hace retirar la venda en cualquier cata a ciegas. No se hizo para beber, representa un acto de fé, una idea antes de recoger la uva. Hoy un Ribera busca sabores que emigraron de la D.O. dejando un resultado ajustado: Madera:3 Fruta:2. Lo intercambian sobre 7,60 €, su presencia en la mesa impone respeto, el descorche no deja indiferente y los primeros tragos propondrán conversaciones interesantes. Si lo pruebas querrás más del bodeguero, esto es sólo el principio...