Vinos sin Parker

Buenos días amantes del vino, durante los años en los que he podido progresar mi
paladar con la uva fermentada, hubiera agradecido que algún alma me dijera sin
tapujos que podía beber, como debía hacerlo y como adelantar esta carrera mia
con la experiencia que nunca tuve a lo hora de escoger un vino en el corte
inglés. Ahora que Paker se ha convertido un genio ilustrado al otorgar puntos
metáforicos a algún sabor a láctico o a algún olor uva pasa, voy a acercame a
aquellos que buscan algo más que un número y se quieren dejar llevar por una
impresión de tu a tu.Puntuar vinos es interesante, decir lo que piensas de
ellos satisfactorio... pero lo que te va a encantar, sin duda alguna, va a ser
probarlos!


viernes, 14 de marzo de 2014

Milú 2011. Vinoteca o sí

Milú 2011
Lo importante que es saber elegir, donde estar el viernes 15 minutos antes de las 19,00 hrs, o delante de una balda del último pasillo de un centro comercial o en una vinoteca con fondos oscuros admirando el vino que adorna una esquina que nunca fué primicia. Cualquier otro o Milú, esa es la cuestión. Nos decántamos por un ribera y por una letra de fémina adolescente porque nuestro estado de ánimo exige dulzura. Y... oscuro, de capa alta como el estrujado del café, de ribete violáceo que es el pintalabios de una mujer que pasó de los 50 y sigue mirando con atrevimiento, lácticos como la mantequilla, flores que pierden los pétalos sazonadas con especies que no parecieron macerar más de una noche y un aliño aceitoso permite al aroma ser inciso aunque con una subida lenta en nariz. En boca, la fruta roja de mordisco nunca se separa del trago; con una entrada directa, con una explosión de untuosidad en la que no evolucionan las aristas. Es ahí donde recuerdo el contagio epidémico del trago fácil del que habla la gente, es una verdad con muchas capas, es la sinceridad del Duero y la aristocracia del Tanino ,que fué desgastado en otro caldo, los que hacen que parezca sencillo beber. Su final es frutal y sedoso, se nota que el tiempo en botella que reposó entre miradas, lo ayudaron a calmar su impetu y asentó las vainillas, los cacaos eran maduros provocando el óvalo en el postgusto, redondeando las barricas y enganchando a los que rompemos del uso dos abridores al año. Creo recordar que pagamos sobre 6,20 € por él y poco importaron sus 6 meses de Barrica, o si la sombra que tuvo al descansar 1 año en el estante medio de mi botellero estabilizó su promiscuidad de buscar copa, antes de las 12 campanadas lo miré, y con suerte sobraron dos medias copas para la tensión del Lunes. Yo solo me bebí casi los 3/4 de mil pisadas, del aire que corre por Burgos y vive en La Aguilera. Asi te lo cuento porque así pasó, sabes que nunca te miento!

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