Vinos sin Parker

Buenos días amantes del vino, durante los años en los que he podido progresar mi
paladar con la uva fermentada, hubiera agradecido que algún alma me dijera sin
tapujos que podía beber, como debía hacerlo y como adelantar esta carrera mia
con la experiencia que nunca tuve a lo hora de escoger un vino en el corte
inglés. Ahora que Paker se ha convertido un genio ilustrado al otorgar puntos
metáforicos a algún sabor a láctico o a algún olor uva pasa, voy a acercame a
aquellos que buscan algo más que un número y se quieren dejar llevar por una
impresión de tu a tu.Puntuar vinos es interesante, decir lo que piensas de
ellos satisfactorio... pero lo que te va a encantar, sin duda alguna, va a ser
probarlos!


martes, 3 de diciembre de 2013

Pago De Capellanes Crianza 2010. La pisada de un gato

Pago de los Capellanes Crianza 2010
Cuándo cae la noche y los gatos se hacen dueños del silencio. Comienza a llover finamente aunque lo suficiente para manchar de barro muy fino las patas del felino, en busca del calor del motor de un coche, pisa levemente la parte delantera del vehículo; a la mañana siguiente ves 6 pisadas muy leves que desaparecen un metro antes del borde de tu coche. Aunque hubieras estado mirando fijamente toda la noche no lo hubieras visto, para observar ese arte necesitas una cámara que grabe los segundos y para observar el maravilloso goloseo de este caldo de Pedrosa del Duero un decantado previo de entre 60-90 min. Nosotros lo probamos una vez abierto y cuando envejeció durante 2 horas, esto es lo que pasó: Su capa fué alta con ribetes morados que no se vacunaron contra la intensidad; justo después del descorche encontrais aromas cerrados pero latentes, fruta descafeinada, torrefactos, y matices de licores; en boca el trago es repentino, con agilidad en el paso y taninos suaves a los que le pides más. Pero todo cambia con el tiempo, y cuando suenan las campanadas, una vez que acepta el cortejo de la copa, el gato comienza a ser visible: los aromas embaucan profundidad, la fruta negra coge cuerpo para dominar en nariz, con toques más especiados que adornan los fondos oscuros; en boca no modifica estructura aunque si intensidad, su cuerpo medio flota en boca con una alineación impecable, las frutas mixtas no dejan indiferente, y su final es como el de un gran vino pero antes de acabarlo le dieron pinceladas de perfección: los taninos ya eran adultos, las especies se enseñan y repliegan porque no quieren protagonismo y el relleno licoroso de los cacaos piden audiencia. Haced un trueque por 18,25 €, o llamad a un restaurante y decid que os vayan decantando un Pago de los Capellanes y que llegareis a las 9; os gustará y os hará sentir importantes y sólo cuando os hayais acabado la botella sereis capaces de ver al gato sin que él se de cuenta de que estáis allí. Vinos del Duero que quieren ser Capellanes.

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